Una alternativa válida: la #Autocandidatura

     En un mercado laboral como el actual, en el que cada vez se valoran más las competencias, sobre todo aquellas vinculadas a las nuevas tecnologías y al conocimiento de idiomas, en el que la alternancia trabajo por cuenta propia y ajena se ha de vivir como un continuo en tu vida laboral, en el que muchas de las ofertas de empleo se quedan sin cubrir por falta de adecuación oferta-demanda, en el que se ha de evolucionar del simple ser empleado al ser empleable, al ser un profesional que ofrece sus servicios, en el que la mayoría de las ofertas de empleo no ven la luz..., en este mercado laboral, como digo, una buena estrategia para que nuestra candidatura llegue a oídos de la empresa, quizás sea a través de la autocandidatura.

A pesar de ser un «modus operandi» que presenta ciertas ventajas, en relación a otras vías de aproximación al empleo, no es una estrategia que sea muy utilizada ya que forma parte de una proceso más elaborado en el que, al menos, cabe distinguir los siguientes pasos: conocer y listar las empresas a las que nos queramos presentar como candidatos, elaborar carta y currículum adaptado a cada una de las empresas, facilitar nuestro perfil profesional (aprovecharse de las nuevas tecnologías), llevar un registro de todas las autocandidaturas realizadas y, por último, hacer un seguimiento -llegando a ponerte en contacto con la empresa, si fuese necesario y tras un tiempo prudencial-.

Realmente, ¿qué es la autocandidatura?

También conocida como candidatura espontánea, es un proceso, una estrategia de aproximación a una empresa, en la que das muestras de tu interés en formar parte de la misma, sin saber si existe, o no, un proceso de selección abierto, que se adecue a las características de tu perfil.

Así mismo, haces autocandidatura cuando te aproximas a una empresa, que no ha publicado ninguna oferta de empleo, pero a la que quieres presentarte, igualmente, mostrándole tu interés en formar parte de su plantilla.

Fuente: Google Images

¿Qué ventajas ofrece?

• El acceso a empleos que no se han publicado -empleos ocultos- en ningún medio.
• Estaremos a la cabeza del proceso selectivo, para cuando surja una vacante. La empresa nos conocerá -si es que no nos conoce ya vía cazatalentos- antes de que surja una vacante.
• Nuestro curriculum, probablemente, llegue sin compañía. Podríamos estar eliminando competencia.
• La autocandidatura muestra, cuando menos, interés, motivación, da cuenta de una actitud proactiva, lo que suele estar bien valorado por los encargados de realizar la selección. Nos estaremos anticipando a las necesidades de personal. En el caso de que surgiese un proceso de selección, nuestra propuesta ya estaría «sobre la mesa».
• Es una manera de recabar datos sobre la empresa ya que, como veremos más adelante, requiere de un ejercicio de «investigación» por nuestra parte.
• Es una estrategia menos utilizada, por lo que nuestras posibilidades se multiplican.
• El presentar curriculum + carta, como una pack, suele aportar valor añadido a nuestra propuesta.
• Suele adaptarse muy bien a las necesidades de pequeñas empresas.

¿A qué tipo de empresas se adapta mejor la autocandidatura?

• Empresas grandes, con bolsa de empleo propia, con necesidades constantes de reclutar personal. Suelen ser empresas tipo Grupo Inditex, Ikea, El Corte Inglés,…, que recurren a sus bases de datos cuando tienen necesidades de cubrir vacantes.
• Negocios pequeños, con elevada rotación de empleados -¿cuales serán éstos?-, sobre todo, bares, cafeterías,…, en determinas estaciones del año, situados en enclaves propicios.

¿Qué aspectos he de vigilar?

      Como decía al principio, el mercado es cada vez más competitivo, un mercado en el que la tasa de desempleo continúa disparada, en  el que las estrategias para encontrar empleo -y para que te encuentren- están ya muy trilladas, un mercado en el que, sin duda, una de las mejores opciones pasa por echar mano de la redacción de una carta que acompañe al CV -bajo las premisas vistas con anterioridad- a fin de «ofrecerte» a la empresa. Si finalmente te decantas por esta vía, estaría bien que tuvieses en cuenta los siguientes aspectos:

• Busca toda la información que puedas en relación a la empresa; a qué se dedica; tipo de producto; mercado; misión y visión; valores; averigua qué tipo de candidatos buscan; requisitos, actitud, competencias,… No te olvides de utilizar internet, te ahorrará esfuerzos, aportándote un montón de datos.
• Procura tener, tanto tu curriculum 1.0 como el 2.0 en perfectas condiciones de revista.
• Una vez en posesión de la información acerca de la empresa, adecua CV y carta de presentación a la misma.
• Estaría bien -lo cual sin duda supone un valor añadido- que alguien perteneciente a la empresa, pudiese entregar CV + carta por tí. Esto cobra mayor valor si se realiza al responsable de  RRHH, y no tiene tanto -aunque también nos puede servir- si alcanza a dicho departamento. Si no nos queda otra opción, podemos enviarla vía correo electrónico o, incluso, acercarnos en persona. También existe la posibilidad de tantear a la empresa a través del teléfono, aunque son opciones que ofrecen menos garantías que la primera. En estos casos, la investigación habrá de intensificarse, ver si en las RRSS existe información acerca de los responsables de RRHH a quienes poder dirigirse.

¿Qué vías puedo utilizar?

• Teléfono
• Presencial
• Correo ordinario
• Correo electrónico
• Bizneo

Además de las opciones mencionadas, el poner un anuncio en algún medio como revistas, periódicos, tablones de anuncios,…, también puede considerarse una vía para realizar la autocandidatura. Sin embargo, la opción que parece la más utilizada -amén de ser un sistema ágil y económico- es aquella en la que se envía curriculum + carta a través del correo electrónico.

Vamos a ver esta opción con un poco más de detalle

Como vengo diciendo, la opción de que alguien «de dentro» entregue carta y curriculum por ti, asoma como la más ventajosa. Sin embargo, si contemplas la versión correo electrónico, habrás de tener en cuenta una serie de aspectos:

• Sólo tienes una oportunidad para causar una primera buena impresión
• Ponte en la piel de la persona que recibe el correo -más si cabe, cuando no es la persona que hará la selección- que, quizás en menos de diez segundos, tendrá que decidir qué hacer con tu propuesta.
• Asunto del mensaje: aprovecha este pequeño hueco para poner CV+tu perfil+ciudad. No desaproveches este espacio para llenarlo con tu nombre -si el correo es un correo profesional, para buscar empleo, dará cuenta de tu nombre en el apartado «De»; tampoco hace falta que escribas a la atención del departamento de RRHH -¿ a dónde debería dirigirse si no?-.
• Destinatarios: cuidado con enviar el mismo correo a varios destinatarios utilizando la opción «CC» en el «Para». Los que saben de esto dicen que es una forma de contribuir al spam. En cualquier caso, no habla muy bien de tí y de tu forma de hacer, si optas por esta forma de envío masivo. Recuerda: una autocandidatura adaptada a cada empresa. Si no queda otro remedio puedes utilizar la opción «CCO».
• Cuerpo del mensaje: es tu momento, es el momento de «venderte», es el espacio para tu elevator pitch (aquí va un ejemplo de EduCaixa); habla de ti, de tu experiencia laboral y formativa, de por qué quieres trabajar en la empresa, de lo que puedes aportar, compromisos, logros,…, pero, todo esto, de manera esquemática. Recuerda, el curriculum, acompañará al correo.
• Pon atención a la ortografía y a las expresiones: claro, conciso, concreto y correcto. No abuses de frases hechas ni de expresiones vacuas «muy trabajador», «con ganas de trabajar»,…

 Antes de dejaros con una infografía que resume las ideas principales del post, me gustaría recordaros que realizar autocandidatura, al igual que la mayoría de los aspectos vinculados a la búsqueda de empleo, ha de basarse en una serie de cuestiones previas fundamentales:

• Conócete: qué me gusta hacer, qué se me da bien, cuáles son mis puntos fuertes, fortalezas, competencias, qué soy capaz de hacer, cuáles son mis logros,…
• Qué quiero hacer: continuar como hasta ahora, hacer algo diferente, ventajas, inconvenientes, alternativas, pertinencia de continuar igual, de cambiar, beneficios, costes,…
• Dónde lo quiero hacer: conocer el entorno, disponibilidad para moverme, para viajar, para cambiar de residencia,…
• Estrujar las ofertas de empleo: saber si se adaptan a mí, si soy capaz de llevar a cabo lo que se me pide, si mis competencias son las adecuadas, si mis habilidades encajan,…
• Márcate plazos: hay muchas personas buscando empleo -algunas hasta dedican 8 horas diarias a ello-, cuanto antes me decida y me ponga en marcha -acción, acción y acción-, mejor.
• Un curriculum + carta para cada oferta: personalizar al máximo, no vale lo mismo para todos los puestos, ni para todos los posibles empleadores. Es el momento de diferenciarse, de demostrar, de vender que eres la mejor opción, de aportar un plus, algo diferente,…
• UTILIZA UN PLAN: SISTEMATIZA EL PROCESO DE BÚSQUEDA. DECIDE Y ANOTA A QUIÉN ESCRIBES, CUÁNDO LO HACES, EN QUÉ OFERTAS ESTÁS, EN CUÁLES NO, QUÉ TE FUNCIONA, QUÉ NO TE FUNCIONA,…, PERO, SOBRE TODO, SI EL PLAN NO FUNCIONA Y TIENES LA META CLARÍSIMA -ENCONTRAR UN EMPLEO- NO CAMBIES LA META, CAMBIA EL PLAN.

 

 

 ¿Te animas a utilizar la autocandidatura? No dudes en contarme cómo te ha ido, las dificultades que te surgen, los beneficios que le encuentras,…

 

Foto: pixabay.com